Domingo, el calor no afloja, venimos en el auto con la nena, la perra y toda una sarta de cosas que llevamos para pasar el día en la casa de mamá de las cuales obviamente utilizamos menos de la mitad; tenemos que pasar por el mercado pero es imposible que bajemos todos y como el dueño de la tarjeta de débito es mi marido, salió sorteado, baja él.
Estacionamos en la puerta del Carrefur y en tan solo la media hora que tardó en hacer la compra yo me hice una panzada de mal gusto! Tal es así que a la noche termine tomando Reliveran ( de verdad...). Era como un desfile incesante de toda clase de personajes, la que lucía vestido y ojotas pero con una bufanda, el infaltable de malla y camisa ( por Dios! Continuación visual es poco!), un hombre que no se porque desagradable motivo se había levantado la remera y caminaba con su panza al aire..., la típica monita que se viste como si fuera al baile (la describo porque esta me supero) zapatos negros con florceta al frente y taco aguja de 10cm, jean "clarito" colocado con calzador (mas metido en el orto im-po-si-ble), camisa blanca y el detalle que terminaba de cerrar el lookete era una faja negra (en composé con los tacones) que no hacia mas que resaltar la espalda encorvada de tan desafortunada criatura que como plus caminaba como por calle poseada., familias COMPLETAS (desde la nona hasta el bebé de la prima), mucho pupo y colgajo al aire.
Pero cuando creí que ya lo había visto todo y entrando casi a la par de Pablo que (graciasssss a Dios) ya salía aparece un elefante de musculosa fuxia, minishort y sandalias con plataforma; con el rollo mas chico hacíamos un gomón y con cada pierna alimentabas a medio África... complejo?? ninguno, caminando cual diosa del Olimpo!
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