viernes, 20 de noviembre de 2009

No me olfatees las gafas....

Anoche, cuando estábamos saliendo de casa para ir a cenar a lo de mamá, como todos los jueves, me doy cuenta que en el buche de la puerta del auto había unas gafas de mujer que por supuesto no eran mías... imaginen la cara de espanto de Pablo y las mil posibilidades que me tiro en 2 minutos por las que esos lentes de sol podrían haber llegado a ese lugar. (Obviamente ninguna tenia que ver con él).
Como me di cuenta que si armaba un escandalo y después resultaba que yo había sido la única responsable y me terminaria arrepintiendo de las barbaridades que soy capaz de decir, preferí mantener la calma; me los probé para comprobar que jamas me los había puesto y decidí esperar a llegar a lo de mama donde sabia que también me encontraría con mi hermana (siendo ellas las únicas 2 opciones que manejé desde un comienzo para ser las dueñas del objeto en cuestión).
Pero a mitad de camino mi marido hizo algo que jamas se me hubiera ocurrido hacer... me dice:"- A ver, damelas-." y las olió. Siiii, las olió!!! "- Que haces?, que perfume estas buscando???-" Le pregunte casi en llamas; y mientras el intentaba explicar sus habilidades olfativas yo me empecé a reír porque era injustificable y ridículo a la vez.
Al llegar a la casa de mamá me agradeció que le haya traído sus gafas ya que me las había llevado el jueves anterior; y para ustedes que se que la olfateada no les cerró, les digo que a mí sí.
Igual olfatear la gafas es indefendible!!!!

2 comentarios:

jenny dijo...

Me muero de la risa imaginando a tumarido en el acto de olfatear las gafas mientras maneja!

Loli dijo...

jajajajajaja!